El corazón de toda empresa son sus integrantes y sus valores.
Cada persona aporta una parte de su ser, su forma de ver el mundo y de relacionarse con el mundo, su forma de resolver conflictos, su forma de trabajar sus emociones, su forma de aceptar la diversidad y mucho más.
Tenemos el poder de decidir como queremos aportar, con nuestros propios recursos y capacidades.
¿Qué le quiero brindar al mundo?
¿Cómo puedo lograr un ambiente de paz y respeto en el lugar de trabajo, que es donde más tiempo pasamos - más incluso que en la propia casa.
¿El medio donde me desenvuelvo es un reflejo de mi mismo?
¿Cómo podemos resolver conflictos?
¿Es éste el trabajo que realmente me satisface?
¿O solo lo realizo por ganar dinero?
¿Cómo funcionan las relaciones en mi lugar de trabajo?
¿Cómo me relaciono y que pienso de mis jefes?
¿Qué pienso y qué actitud tengo hacia mis clientes?